Aaron era levita (una de las doce tribus de Israel), y el primer sumo sacerdote de Israel. Junto a su hermano mayor, Moisés, y su hermana Miriam, condujo a los israelitas fuera de Egipto. Vivió en torno al siglo XIV a.C.
La figura de Aarón que se encuentra en el Pentateuco se construye a partir de varias fuentes diferentes de la tradición religiosa. Ha aparecido en diversos papeles en el pensamiento y las tradiciones del cristianismo. Aarón es descrito en el libro del Éxodo del Antiguo Testamento como hijo de Amram y Jocabed (Éxodo 6:20; Números 26:59) de la tribu de Leví (Éxodo 4:14), tres años mayor que su hermano Moisés.
Actuó junto con su hermano en la situación desesperada de los israelitas en Egipto (Éxodo 5; 6:26; 7–12) y tomó parte activa en el Éxodo (Éxodo 16; 17:10; 19:24). Aunque Moisés era el líder real, Aarón actuó como su “boca” (Éxodo 4:16). Los dos hermanos fueron al faraón juntos, y fue Aarón quien le dijo que dejara ir al pueblo de Israel, usando su vara mágica para mostrar el poder de Yahweh. Cuando el faraón finalmente decidió liberar al pueblo, Yahweh entregó la importante ordenanza de la Pascua, el recuerdo anual del Éxodo, a Aarón y Moisés (Éxodo 12). Pero Moisés subió solo al monte Sinaí (Éxodo 19:20), y sólo a él se le permitió
acercarse a Yahvé.
Más tarde, Moisés recibió la orden de “acercarse” a Aarón y a sus hijos, y fueron ungidos y consagrados para ser sacerdotes por estatuto perpetuo (Éxodo 27:21). Los hijos de Aarón debían tomar las vestiduras sacerdotales después de él. Sin embargo, Aarón no es representado como una persona completamente santa e intachable. Fue él quien, cuando Moisés se demoró en el Monte Sinaí, hizo el Becerro de oro que fue adorado idólatramente por el pueblo (Éxodo 32).
Una vez al año, en Yom Kippur (el Día de la Expiación), a Aarón se le permitía entrar al Lugar Santísimo, la parte más sagrada del Tabernáculo o Santuario, en el que adoraban las tribus hebreas, para llevar su ofrenda (Levítico 16). Aarón, junto con su hermana Miriam, habló en contra de Moisés porque se había casado con una extranjera (una mujer cusita, Números 12:1); pero, en la rebelión de Coré el Levita, Aarón se mantuvo firme al lado de Moisés (Números 16). Según Números 20, Aarón murió en la cima del Monte Hor a la edad de 123 años; en Deuteronomio 10, que representa otra tradición, se dice que murió en Moserah y fue enterrado allí.
Aarón en el pensamiento judío y cristiano
Aarón es una figura central en las tradiciones sobre el Éxodo, aunque su papel varía en importancia. Al principio parece ser igual a Moisés, pero después de la salida de Egipto es sólo una sombra al lado de Moisés. Moisés es obviamente la figura principal de la tradición, pero también está claro que se lo representa delegando su autoridad en todos los asuntos sacerdotales y de culto a Aarón y “sus hijos”.
Aarón siguió viviendo como un símbolo en la religión y las tradiciones judías. En la secta de Qumren, una comunidad judía que floreció justo antes y contemporáneamente con el nacimiento del Cristianismo, Aarón era un símbolo de un sacerdocio fuerte.
Al final de los tiempos, los hombres de la comunidad deberían ser apartados, como un grupo selecto al servicio de Aarón. Sólo los hijos de Aarón deberían “administrar el juicio y la riqueza”, y, según el Manual de Disciplina, se esperaban dos Mesías, uno sacerdotal de Aarón y uno de Israel. Según un fragmento encontrado cerca de Qumren, el sacerdote tendría el primer asiento en los banquetes en los últimos días y bendeciría el pan antes del mesías de Israel; aquí “los hijos de Aarón” tienen la posición más alta.
En el Talmud y el Midrash (escritos comentativos judíos), Aarón es visto menos como un símbolo que como la personalidad principal al lado de Moisés. La relación entre los dos hermanos se describe como prototípica en la Hagadá (las partes no legales del Talmud y el Midrash). En el tratado mishnáico Avot (Avot 1:12), el rabino HILLEL elogió a Aarón como un hombre de buena voluntad que quería enseñar a sus prójimos la Ley. Se han hecho muchos intentos para explicar la participación de Aarón en el episodio del becerro de oro (Sifra a Deuteronomio 307). Según algunos exégetas, Aarón tuvo que hacer el becerro para evitar ser asesinado.
En el siglo XI, el comentarista francés Rashi sostuvo que el becerro era un símbolo del líder, Moisés, que estaba en ese momento en la montaña. La relación entre Moisés y Aarón también se analiza en el Talmud. Algunos tradicionistas se han preguntado por qué Aarón, y no Moisés, fue designado Sumo Sacerdote. La respuesta se ha encontrado en una indicación de que Moisés fue rechazado debido a su renuencia original cuando fue llamado por Yahvé. También parece haber sido difícil para algunos tradicionistas aceptar que Aarón fuera descrito como mayor que Moisés.
Las primeras comunidades cristianas aceptaron a Aarón, “los hijos de Aarón”, o “el orden de Aarón” como símbolos del sacerdocio más alto. Pero en la Carta a los Hebreos, Cristo es descrito como un sumo sacerdote según el orden de Melquisedec, que se contraponía al “orden de Aarón” (Hebreos 5:2-5; 7:11-12). De los Padres de la Iglesia, Cirilo de Alejandría dice que Aarón fue llamado divinamente al sacerdocio y que era un tipo de Cristo. Gregorio Magno traduce el nombre de Aarón como “montaña de fuerza” y ve en él un redentor que media entre Dios y el hombre.